Escena final… Abaddon blog.


«Si te digo lo que leo, si desnudo me muestro, si no te oculto lo que pienso y juntos buscamos esa reflexión que nos lleve al punto de encuentro…»

(JMPA Pink Panzer in Refletive love)

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¿Cuanto Tiempo Me Queda?

   La obra finalizaba con el ocaso del telón cayendo a mi espalda. Casi imperceptibles eran los acordes de piano intercalándose con el timbre de tu voz preguntando, ¿cuanto tiempo me amarás…? Cuanto será y cuanto fue el tiempo transcurrido, ahora detenido con el silencio instalado en la boca de tu blusa, insolente ventana que otrora me mostraba el color del camino, al paraíso oculto de tu inmenso corazón.

   La melodía no cesa. Su piano me acompaña mientras recojo un libreto abandonado sobre la brillante madera del escenario. Aún me hablabas mientras mis dedos se fundían en las páginas de aquel texto lleno de abrazos de papel asustado. Aún me llamabas, urgías mi respuesta pero yo, desesperado, no encontraba tus ojos para entregarte mi alma. Tu voz parecía venir de todas partes, resonando entre las paredes de aquel teatro ahogado por sus palcos en penumbras… Aún me querías cuando me preguntabas ¿Cuanto tiempo más me amarás…?

   Apenas ya escucho llorar al piano. Las luces se apagan mientras intento contestarte, pero no consigo encontrarte y me niego a dejarte allí, abandonarte… y desesperado, lleno mis pulmones y grito hacia ninguna parte ¿Cuanto tiempo me queda? El tiempo se destruye con cada pregunta, con cada espera, con cada súplica entre los acordes de ese piano que, por momentos, ya no escucho. El tiempo se destruye, amor, con el aliento que pierdo deseando tenerte eternamente, anhelando tu rostro, aunque solo pueda verte… cerrando los ojos.

   Es tiempo de reflexión, destruir ideas preconcebidas para crear otras nuevas, propias, nuestras. Dejar, por ejemplo, de creer ciegamente que una eternidad espera al otro lado de mis poemas. Regresad a la realidad y colgad a vuestro dios donde no moleste, donde no mienta, donde no haga más daño, pues el futuro que más os importa, ya está presente justo bajo la piel de vuestras manos.

(JMPA Pink Panzer Korps)

   Abadón o Abaddon (del hebreo Avadon, «destrucción» o «perdición») según expertos demonólogos, es el destructor jefe de los demonios de la séptima jerarquía. También, según la revelación de un tal San Juan en su Apocalipsis, se le atribuye la identidad del rey de las langostas y en no pocas menciones, como el ángel exterminador.

   Según algunos de los autores que he consultado, nadie se pone de acuerdo en el origen de este sonoro y poético nombre de ángel vestido de blanco y negro. Para unos, Abaddon sería uno de los más importantes generales del imperio de las tinieblas y por el contrario, para otros sería un representante de «dios» (sea la forma que sea y adopte ese dios para ti) que tiene la llave del abismo y lidera la plaga de langostas que será lanzada sobre los enemigos del dios cristiano, al Final de los Tiempos

Abaddon Blog 

La ciudad era inmensa
un dragón con garras de acero
ocultándome tus huellas
entre aleros de tejados
y calles empedradas
con palabras de hielo
cansancio y miedo.

La ciudad era inmensa
como tus ojos de fuego.
En ellos hallé
mi futuro más cercano
oculto entre mis venas
bajo la piel de mis manos.

(JMPA Pink Panzer abaddon love)

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¿Cuanto tiempo me amarás? 

37 pensamientos en “Escena final… Abaddon blog.

  1. Uff…, dejaste demasiado que exprimir… Estupenda entrada de Semana Santa, época de reflexión para algunos… La verdad es que hay que dejar de temer una eternidad de castigo y reflexionar sobre el presente, lo vivido, como en el vídeo, dsempolvar las almas, dejarlas libres, no atadas…
    Como siempre, vuelvo a dudar, nunca sé si mis reflexiones son las adecuadas, pero supongo que lo importante es que consigues que las haya, aunque no nos encontremos…

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    • Dudar, querida Valeria, es la única manera de abrirle la puerta a la verdad… Gracias por tu reflexión, pues, en cierta forma, ya nos hemos encontrado. Respeto todo este follón tan lucrativo de la Semana Santa pero, donde unos ven a milagrosas vírgenes (seguimos discriminando a la mujer), cristos y santos, yo solo veo tallas de madera policromada…
      Mi eternidad empezó hace cincuenta y cuatro años y terminará, no lo sé, pero se que terminará. por eso intento aprovecharla de la mejor manera, sin jugar como otros a ser malo de lunes a sábado y confesar sus pecados el domingo para asegurarse una butaca a la derecha del «padre»…
      Un fuerte abrazo, Valeria. Como dice Rosana, «espero que te vaya de lujo» en el agreste sur tinerfeño.

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  2. Hay veces que das en el clavo y ni siquiera lo sabes.
    Hay momentos como este en la pregunta «cuánto tiempo me amarás» se vuelve trágica e intensa.
    Hay retazos de amor que se guardan con celo para hacerlos eternos.
    Hay despedidas que son para un día pero duelen como si fueran eternas.
    Hay labios que preguntan «cuanto tiempo me amarás» sin tener la respuesta.
    Y hay vidas efímeras a las que no les dará tiempo ni siquiera al amor.
    Qué rápido pasa el tiempo cuando se es feliz y qué lento cuando se espera.
    Tu texto es extraordinario. Gracias!!!

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  3. Seguramente Abadon o cualquier otro ángel destructor son enviados por Dios, para que sepamos que nuestra vida aquí no es eterna, y que no se nos olvide que la carne se corrompe y al igual que ella, todos los bienes materiales. Yo sí creo en Dios y en el cielo, entre otras cosas porque ningún ser humano sería capaz de inventar un personaje ni remotamente parecido a Jesucristo… Un abrazo y feliz Semana Santa, aunque sea en el plano más mundano 😉

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    • Bueno, creo que ese «dios» en el que algunas personas creen, no necesita enviar a la tierra a ningún ser destructor porque, desde hace milenios, los humanos nos bastamos solitos para destruir lo que se nos ponga por delante.
      Un abrazo y a disfrutar de las fiestas, sea de la forma que sea.

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  4. Un vídeo genial para hacer estiramientos, en estos momentos estoy reflexionado y haciendo flexiones a la vez. Según se me acerca la eternidad soy más atea que nunca, si todo lo tuviera tan claro mi vida sería un camino de rosas, pero las espinas están por algo.
    Siempre me voy por los cerros de Úbeda, y al final para decir que me gustaron tus letras. Ya es tarde para cambiar.
    Adeu.

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    • Flexión y reflexión…el camino de la rosa. Las espinas están para defendernos de muchos «manazas», torpes de manos, mente y lengua… Gracias, querida Virgo por despistarte y perderte unos minutos por estos cerros de Panzerúbeda por los que yo también me pierdo, para decirte que adoro la luna roja tu blog, ya sabes, «no tenemos cura, te dijeron una vez…»

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    • Es de esas preguntas para las que solo existe un ingrediente en su receta… ¿No es verdad, querida Marieta, que en esta apartada orilla
      más pura la luna brilla
      y se respira mejor?
      Gracias por tu fantástico blog del que, habitualmente, se alimenta mi mesa.

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    • ¡¡¡Pardiez, vaya comentario…!!! Como tú bien dices en un poema de tu blog y que recuerdo con nitidez, «Que todo te hable de mi…» y que así sea mientras yo pueda escribir y tú leer mis experiencias. Muchas gracias, amigo Oscar por tu tiempo y tu cariño. Un gran abrazo transoceánico.

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  5. ¿Cuánto tiempo me amarás?
    te preguntaba cada día,
    buscando en tu mirada una respuesta,
    tú, tan solo te reías.
    Un aciago día te fuiste,
    y ahora me pregunto
    ¿cuánto tiempo me queda?
    al calendario le quedan muchos días.

    Que el fuego de sus ojos, te acompañe en el presente, en el futuro cercano y para siempre.
    Un abrazo, Pink

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    • El fuego en mis ojos y la luz de tu Estrella… que no me falten mientras buscamos esa respuesta… ¿cuanto tiempo me amarás?
      Leo tu blog y disfruto de tus comentarios mientras me quede tiempo. Mil abrazos de esos que estremecen y ahuyentan las penas.

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      • Gracias por esos abrazos, ufff!! muy confortables tus brazos y también gracias por leer mi blog.
        Creo que cuando uno empieza a preguntar ¿cuánto tiempo me amarás? está intuyendo que ese tiempo se está acabando.
        Mil abrazos también para ti.

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  6. Siento una sensación triste cuando te oigo pronunciar esas palabras porque cuando lo haces, intuyo en ellas un final. ¿Cuanto tiempo me amarás? No puede salir de un corazón que se siente tranquilo en la certeza de su amor. ¿Cuanto tiempo me amarás? Nadie puede saberlo, ni siquiera quien ama presintiendo que su amor puede ser eterno.
    Impresionante entrada, Pink! Aunque tarde, te lo digo.
    Muchos besetes.

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    • ¡Me encanta que me digas que me oyes pronunciar mis palabras!!! Es costumbre en mi ir dejando pistas sobre lo que en verdad me mueve y conmueve para acabar escribiendo cosas como Abaddon… Intuyes bien; Ese final triste que has visto es mi principal duelo con la vida. No soy creyente ni me preocupa lo mas mínimo el más allá y su variopinto club de dioses creadores. Mi vida ha estado marcada por duros momentos al borde mismo de lo irreversible.Todo lo vivido me hace apreciar la vida aún más, y no, no la concibo sin amor, sin el amor de Ella, la mujer que quiere que yo la quiera a pesar de todo… ¿Cuanto tiempo me amarás? es como preguntarnos, cuanto tiempo nos queda en este mundo, si todo va bien, si lo imprevisto no nos rompe el alma… antes de tiempo.
      Gracias por tus certeros comentarios, azuzando con ellos la hoguera donde se queman mis recuerdos y nacen todas mis locas ideas. Gracias de nuevo por venir. Besiños mil…

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    • Coincido contigo en que, el valor de algunos conceptos es tan variable como la voluntad humana. Quizás de lo único que estoy seguro, es que la inmortalidad reside en aquel que se queda con mi recuerdo. Nada más de mí sobrevivirá cuando el tiempo se detenga en mi existencia…
      Mil abrazos, ahora que aún nos queda tiempo.

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  7. Luchadores contra el tiempo armados sin Dioses ni escudos angelicales, eso somos en esta efímera existencia, en la que sólo podemos resistir con fuerza en las garras del amor. Pero, ¿por qué andamos siempre queriendo cuantificar el tiempo amado, olvidando con ello, arrebatarle a ese demonio temporal, la intensidad de ese tiempo amado?. ¡Magnifico texto, reflexión y un excepcional vídeo de sensaciones extra-terrenales!. Ha sido muy grato hallarte por estos lares rosas…
    Saludos desde la Luna, querido Pink!.

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    • ¿Por qué? Porque cuantificar es un droga imposible de rechazar… Solo naciendo ya hemos cuantificado el tiempo sin querer, para nuestra madre y para nosotros mismos, y lloramos para mamar… cada cierto tiempo y también dividimos el tiempo en lunas, nuevas, crecientes y agradables como la hoy me visita con tus palabras.
      Gracias mil por tu precioso comentario en este texto tan especial para mí.
      Estoy de acuerdo contigo… Seguimos luchando, con los dioses aparcados a un lado del camino, donde no molesten a los que intentamos arreglar este caos de «creación».
      Gracias por encontrarme, querida Luna. Un fuerte abrazo de color rosa.

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